¿Sabías que cada vez más consumidores buscan vinos más saludables y respetuosos con el medioambiente? Los vinos orgánicos han dejado de ser una tendencia para convertirse en una elección consciente. En este artículo, exploramos qué los hace especiales, cómo se producen y por qué pueden ser una excelente opción para quienes buscan autenticidad en cada copa.
¿Qué es un vino orgánico?
Un vino orgánico es aquel elaborado con uvas cultivadas sin agroquímicos, pesticidas ni fertilizantes sintéticos. Su producción se basa en prácticas sustentables que respetan los ciclos de la naturaleza y fomentan la biodiversidad del viñedo, lo que da como resultado vinos más expresivos y fieles a su origen.
Beneficios del vino orgánico
- Mayor expresión del terroir: Al evitar químicos artificiales, estos vinos reflejan mejor las características del suelo y el clima.
- Menor cantidad de sulfitos: Si bien no están completamente libres de sulfitos, su concentración suele ser menor que en los vinos convencionales.
- Producción sustentable: Favorece suelos más sanos y protege la biodiversidad.
- Mejor tolerancia para algunos consumidores: Reducen la exposición a residuos químicos, lo que puede hacerlos más amigables para ciertas personas.
¿Cómo reconocer un vino orgánico?
Para asegurarte de que un vino es realmente orgánico, es importante verificar los sellos de certificación en la etiqueta. Algunas certificaciones reconocidas son:
USDA Organic (EE.UU.): Prohíbe completamente el uso de sulfitos añadidos en los vinos orgánicos. Si un vino tiene sulfitos añadidos, no puede llevar este sello.
Orgánico Argentina: Permite un nivel bajo de sulfitos y exige que el viñedo y el proceso de vinificación cumplan con normas ecológicas específicas.
EU Organic (Unión Europea): Autoriza la adición de sulfitos en cantidades limitadas y establece normas estrictas sobre la producción y el etiquetado.
Certificaciones en Argentina
En Argentina, existen organismos especializados que certifican la producción orgánica de vinos, garantizando que se cumplan con las normativas nacionales e internacionales. Entre ellos se destacan:
OIA S.A. (Organización Internacional Agropecuaria): Certifica productos orgánicos bajo normas de Argentina, Estados Unidos, la Unión Europea y otros mercados.
SENASA (Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria): Regula y supervisa la certificación de productos orgánicos en el país.
Argencert S.A.: Organismo privado que certifica productos orgánicos bajo estándares nacionales e internacionales, reconocido por entidades como USDA Organic y la Unión Europea.
Food Safety S.A.: Certifica productos orgánicos y se especializa en calidad y seguridad alimentaria.
Letis S.A.: Provee certificaciones de producción orgánica y sustentabilidad con reconocimiento internacional.
¿Tienen un sabor diferente?
Al elaborarse con una menor intervención química y tecnológica, los vinos orgánicos pueden presentar una mayor frescura, una expresión más marcada de la fruta y una identidad más definida. Sin embargo, muchas veces en una cata de vinos no se puede distinguir fácilmente si un vino es orgánico o convencional. El sabor de un vino depende de una combinación de factores, como el tipo de uva, el terroir y el proceso de vinificación. Por lo tanto, la diferencia en sabor no siempre será evidente a menos que se conozca el origen y las prácticas de vinificación del vino.
Vino orgánico vs. vino biodinámico: ¿son lo mismo?
Aunque comparten ciertos principios, no son exactamente lo mismo. Mientras que los vinos orgánicos se centran en el uso de prácticas sustentables y la eliminación de químicos sintéticos, los vinos biodinámicos siguen una filosofía más holística, basada en los principios de la agricultura biodinámica. Esta última considera aspectos como el calendario lunar y la aplicación de preparados especiales en el viñedo.
¿Dónde conseguir vinos orgánicos?
Cada vez más vinotecas, supermercados y tiendas especializadas incluyen vinos orgánicos en su oferta. También es posible encontrarlos en ferias de vinos naturales o comprarlos directamente a bodegas que trabajan bajo esta filosofía.
Elegir un vino orgánico es apostar por una producción más responsable con el medioambiente y, al mismo tiempo, descubrir sabores más puros y auténticos. Con una oferta en constante crecimiento, estos vinos representan una excelente alternativa para quienes buscan calidad, sustentabilidad y una conexión más profunda con el origen del vino.
Obtener una certificación tarda como mínimo tres años. Para este proceso se controlan tantos los procedimientos en el viñedo como en la bodega que sean sostenidos en el tiempo.
Como consumidores/as podemos distinguir los vinos orgánicos ya que en su etiquetado poseen el logo oficial “orgánico argentina” y el logo de la empresa certificadora.
En lo que respecta si el aroma y sabor de un vino orgánico se distinguen de uno que no lo es, tiene que ver con cada paladar. No es algo sencillo. Si tu objetivo es lograr esta distinción, cómo siempre aconsejamos: hay que probar, probar y probar.
Hay varias bodegas y productores desde Jujuy hasta la Patagonia en Argentina que son orgánicos. ¿Vos, cuáles conoces?
Esperamos te haya gustado el post y que cada día más saborees vinos orgánicos.
¡Salud!
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