En el Valle de Traslasierra, provincia de Córdoba, emerge un proyecto vitivinícola que conjuga memoria familiar, sensibilidad estética y una profunda conexión con el paisaje: la Bodega Noble de San Javier, liderada por Nicolás Jascalevich elabora una línea de vinos que refleja la fuerza y autenticidad del paisaje cordobés, al pie del cerro Champaquí.

En 2001 compraron tierras en San Javier y comenzaron a soñar con Las Jarillas, una hostería que sería puerta de entrada para dar vida también al vino.
Durante sus años de formación, Nicolás estudió Licenciatura en Alimentos y viajó por Europa, donde observó modelos de bodegas familiares con producción boutique y atención al visitante. Esa experiencia le permitió concebir un proyecto que mostrara lo íntimo, lo local, lo sensible.
Hoy, la bodega apuesta a un volumen contenido, hecho con intención: entre 15.000 y 18.000 botellas por año provienen de unas pocas hectáreas de viñedo bajo manejo orgánico. Nicolás pone el acento en la calidad por encima de la escala.
El edificio de la bodega y la cava fue construido alrededor de 2010, con un diseño que integra armoniosamente materiales locales y reciclados —una estética sobria que busca mimetizarse con el entorno, sin aristas que compitan con la naturaleza.
Los viñedos se encuentran entre 900 y 1.100 metros de altura, lo cual favorece a la uva. Porque tiene el suficiente fresco de mañana y noche.
Sol a pleno casi todos los días del año y noches frescas. Son las condiciones que requieren este tipo de uvas para hacer grandes vinos”, destaca Nicolas .
La producción se divide en tres líneas:
- Una línea joven, sin paso por madera, que busca transmitir la frescura del terruño
- Una línea reserva, con crianza moderada en barricas, para aportar profundidad
- Un gran reserva, que pasa más tiempo en madera, buscando un carácter más estructurado
Uno de los rasgos distintivos del proyecto es su énfasis en la mínima intervención. En muchos de sus vinos —y especialmente en su línea joven— se evita el uso de madera para que la uva exprese con honestidad su origen. Vinificaciones en acero inoxidable, estiba prudente, respetuosa y manejo orgánico son parte del sello.
En el Noble San Javier Blend, por ejemplo, se combina Malbec (50 %), Merlot (30 %) y Syrah (20 %) para lograr armonía entre fruta y carácter. En nariz se perciben notas frutales intensas, con matices herbales que evocan el orégano o el tomillo serrano; en boca mantiene frescura, equilibrio y taninos suaves.
El Malbec puro de la bodega aspira justamente a ser un emblema local: sin madera, fresco, directo, pero con suficiente carácter para reivindicar al terroir de Traslasierra.
Además, la bodega ha adquirido una finca nueva para expandir, experimentando con variedades y cultivos complementarios como lavanda, lo que suma un componente sensorial al entorno y potencia el valor paisajístico del sitio.
La bodega también cuenta con una hostería de ensueño. Jascalevich en sus viajes conoció a un francés: Nicolas Joly, que fue quien lo hizo interesar en la biodinámica (método que busca el equilibrio de la planta aunque sin usar herbicidas ni productos químicos).
San Javier se encuentra a 195 Km de la capital de Córdoba y a 41 kilómetros de la localidad de Merlo en la provincia de San Luis. Así que si estás cerca de ahí no podés perderte de visitar la bodega.
Enoturismo con esencia serrana
Visitar la Hostería y Bodega Noble San Javier es sumergirse en la tranquilidad de las sierras y disfrutar del contacto directo con la naturaleza.
La hostería Las Jarillas, construida con adobe, piedras y maderas regionales recicladas, ofrece un entorno rústico y cuidado donde los huéspedes se despiertan con vistas al valle. La bodega está al lado, rodeada de jardines aromáticos, y el recorrido incluye viñedos, sala de barricas, un espacio de degustación íntimo. Una oportunidad de disfrutar del descanso, la gastronomía regional y experiencias sensoriales entre viñedos, lavandas y frutales.
Horarios de visita:
Lunes a sábado, de 10:00 a 13:00 hs y de 16:00 a 19:00 hs.
Se recomienda reservar con anticipación para garantizar lugar en las degustaciones.
Te dejamos esta frase que aparece en el facebook de la bodega: «Hay que guardar pocos vinos y tener muchos momentos con vinos».



Foto: 

La provincia de Córdoba me conoció desde pequeña.
Quiero agradecer a todas ellas porque nos ofrecieron sus productos, fueron generosas y así mucha gente probó deliciosos vinos. Quienes se acercaban entendìan la calidad y el sabor único de cada caldo y se mostraban agradecidos que le acercáramos esta posibilidad…Me hizo acordar a mi papá cuando subíamos las sierras y me hacía conocer la vegetación, los secretos de las sierras. Así yo les hacía conocer los vinos y sus características. ¡Qué momento de alegría y realización profesional!


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