
Los alfajores de maicena los hacía mi abuela Mela, mi abuela materna.
Solía prepararlos para los cumpleaños de mis padres, de mi hermano y los míos, y también para los cumpleaños de tíos, primos y cualquier celebración familiar.
Cuando los alfajores hacían su aparición, era sinónimo de que algo se festejaba: eran símbolo de fiesta, de encuentro y de mesa compartida.
Alfajor= Amistad
El alfajor en Argentina tiene un rol muy especial.
En la época en que los alfajores famosos de Mar del Plata aún no tenían franquicia, llevar Havanna a algún compatriota en el exterior era toda una celebración. Hoy, aunque se encuentren en los free shops, sigue siendo un símbolo de cariño y amistad, sin mencionar su relleno estrella: el dulce de leche.
Hay alfajores de todo tipo, y muchas provincias argentinas tienen los suyos.
Los de maicena, en particular, son riquísimos y han acompañado gran parte de la infancia argentina, presentes en nuestras memorias familiares y festejos de todo tipo.
Los alfajores de la abuela Mela
Cuando en alguna reunión se decía: «los alfajores de la abuela» las emociones y las papilas gustativas comenzaban a moverse emociones en el cuerpo y en el alma sin parangón.
Cuando ella se fue, pasó un tiempo razonable para que mi mamá pudiera hacerlos. Era comprensible, a veces, recrear una receta es motivo de alegría y otras de nostalgia.
Sentimientos aparte, siempre he querido hacerlos a modo de transmitir, y sentir esa emoción que sucedía cada momento que se ponía un plato de los alfajores en la mesa.
Una primera versión los hice con harina y maicena, como los de mi abuela.
Sin embargo, mi mamá un tío y un primo son celíacos, y tienen que comer alimentos sin TACC, así que acá va la receta en «modo sin harina.»
¡¡Hacelos!! Y vas a ver la alegría que envuelve a donde los lleves.
¡Los preparé para cuando nos reunimos en Pascuas y encantaron!
Ingredientes
– 350 grs. de maicena
– 100 grs. de manteca
– 100 grs. de azúcar
– 2 huevos
– 1 cucharadita de esencia de vainilla
– 1 cucharada de ralladura de cáscara de limón
– !/2 cucharadita de polvo de hornear
– Dulce de leche repostero 250 grs. alcanzó justo.
Preparación
1-Batí la manteca a temperatura ambiente, con el azúcar y andá incorporando los huevos de a uno, con la esencia de vainilla y la ralladura de cáscara de limón.
2- Colocá la maicena con el polvo de hornear previamente tamizados.
3- De a poco andá integrando los ingredientes, no amases, uní hasta que la masa quede suave.
4- Llevá la masa a la heladera para que repose.
5- Luego estirala suavemente, siempre ayudate con un palote y con maicena para que no se pegue. Al ser una masa con bastante manteca, no hay que tocarla mucho sino se hace pegote.
6- Con un cortante cortá las tapitas y disponelas en una asadera con papel manteca o en una asadera enmantecada y enmaicenada (acabé de inventar el término).
Una vez vi a Osvaldo Gross – el talentosísimo pastelero argentino- que luego de cortar las tapitas, las llevaba a la heladera o nevera. Aquí hicimos lo mismo por unos 10 minutos aproximadamente.
7- Calentá el horno y horneá a 180° por 12 minutos, cuidá las tapitas, la idea es que no se doren. Luego dejalas enfriar.
8- Armá los alfajores con dulce de leche y pasales coco alrededor.
9- ¡A saborearlos y a disfrutarlos, van a fascinar!
«El placer de la mesa es propio de cualquier edad, clase, nación y época; puede combinarse con todos los demás placeres y subsiste hasta lo último para consolarnos de la pérdida de los otros.»
Brillat Savarin
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Un comentario sobre “Alfajores de maicena, gluten free”