La profesión de informante es bastante particular y a la vez fascinante.
Por empezar, no todos saben a qué nos referimos.
El Informante de Turismo, es guía, es técnico, es licenciando en Turismo, habla idiomas.
Posee además otras cualidades. En general es muy simpático, cómo toda aquella persona que persuade y que te explica el porqué de las cosas, qué atractivo no te podés perder si visitás tal lugar.

Tiene muy buena dicción, sabe de recreación, porque más de una vez, lidia con la espera de los pasajeros y, siempre tiene alguna anécdota para contar.
Se tiene que hacer entender, posee mucha paciencia, su día no está completo si el turista no se fue con ganas de volver.

Queremos destacar la paciencia en quien informa, paciencia que emana por los poros a la hora de contarle a un turista detalles de cada rincón de nuestro hermoso país.
Deseamos resaltar esa alegría y ese saber al comunicarse en otros idiomas: en inglés, francés, italiano, alemán y portugués, hasta hubo quien habló en chino!
El informante tiene otra particularidad y es que cuando termina de trabajar su función va con él.
Es muy común que cualquiera sea su vestimenta, deportiva o de fiesta, siempre se le preguntan datos turísticos y «¿como hago para llegar a tal destino?», «¿Qué puedo visitar?»
Como varias pasiones de la vida, no alcanzaría sólo un post.

Esta profesión me encontró teniendo 18 años. Allá por el 1990, un 30 de octubre comenzaba a trabajar en Aeroparque.
Me hizo conocer colegas y amigos, que hoy en día tengo la fortuna de seguir compartiendo momentos con ellos. Todos, profesionales hasta la médula, seres encantadores, ciudadanos/as del mundo (en general han viajado) que saben de la importancia del buen hablar y el informar correctamente. Gracias a esta profesión, hablo en otros idiomas.

El que informa ve la cara de felicidad de los turistas al descubrir los paisajes argentinos, la Quebrada de Humahuaca, los Valles Calchaquíes,  los Seismiles en Catamarca, las Termas en Santiago del Estero, Misiones y las Cataratas,  Chaco, Formosa, Los Esteros del Iberá, Corrientes, Entre Ríos, Córdoba, las estancias de Buenos Aires, la Costa, la ciudad de Buenos Aires, la Patagonia Andina y la Costera,  Los Lagos del Sur, Neuquén, la penísula Valdés, el glaciar Perito Moreno, Tierra del Fuego, Ushuaia, la Antártida, las Malvinas.»Ríos, montes y quebradas», cómo dice el tango y tantísimos destinos más.
¡Esta profesión te da de frente con el argentino/a anfitrión/a, con el provinciano que se le llenan los ojos de lágrimas mostrando su tierra!

Ser informante se le parece a ser sommelier o chef. Vivís momentos sublimes en el cual se vivencia cómo se les transforma el rostro a quienes ven una postal argentina, tanto o igual a cuando beben un excelente vino o saborean un plato exquisito.

En Aeroparque (lugar donde trabajé por doce años) hemos sido testigos de quienes se reencontraban, de aquellas personas que volvían a su ciudad luego de años, vimos luchar y sufrir a la Aerolínea de Bandera, la vimos volar de nuevo! Observamos cómo se crearon otras líneas aéreas y tantas cosas más.
Muchas veces hemos salido a correr a los turistas porque se olvidaron alguna pertenencia.
Hemos sido intérpretes en momentos en que el tiempo apremiaba. Hemos reído y emocionado con cada turista que nos agradecía por haberlos «informado» y ayudarlos.

¡Muchas gracias por décadas informando, enseñando y compartiendo emociones!  

¡Un placer y un honor haber formado parte de tan hermoso grupo de personas, de tan maravilloso equipo!