Elegir el vino adecuado puede transformar una comida o celebración en una experiencia memorable. A continuación, te ofrecemos una guía práctica para seleccionar el vino perfecto según el tipo de ocasión y los platos que acompañará.

Espumantes y blancos

Más allá de la tradición de un espumante para el brindis, son bebidas que van muy bien como copa de bienvenida o con unos bocados como entrada.
Por eso, si la idea es servir un «amuse bouche» (un aperitivo), brusquetas o entradas cuyo ingrediente principal sean pescados o mariscos van a ir muy bien espumantes secos o vinos blancos.
Un Torrontés para la copa de bienvenida y para preparar el paladar lo mismo sucede con un Sauvignon Blanc. Sucede con otras variedades blancas como Viognier, Chardonnay o Pinot Gris.

Vinos rosados

Cada vez más amantes del vino o amateurs se animan a un vino rosado.
Productores y bodegas de Argentina están elaborando rosados de una calidad fabulosa que te dejan con ganas de seguir tomando. Ante todo la moderación. Desde los del color rosado más intenso, a los de piel de cebolla y rosados super delicados.
Hay rosados de Pinot Noir, Malbec, Cabernet Franc, Bonarda, Syrah o Mourvedre.
Pueden ser buenos acuerdos de un queso brie o cambembert, son buenos compañeros además de ceviches, mariscos, pescados, buñuelos de espinaca, embutidos y bocados que tengan queso.

Vinos tintos

Son vinos bastante consumidos por los argentinos.
En este segmento la variedad es importante. Calma. Lo importante es saber que si el plato principal contiene carne es muy buena opción un vino tinto.
Cuando son carnes más bien magras como lomos o carne de cerdo, conejo, podemos hablar de tintos jóvenes. De cepas como la Bonarda, la Pinot Noir, Sangiovese o la Malbec.
Por el contrario si la carne es más intensa, de cordero o de ciervo, ya vamos a pensar en un vino de más cuerpo. Y vamos a ir por un Cabernet Franc, Cabernet Sauvignon un Tannat.
Recordá que si te animas a un vino tinto que sea complejo. Es decir hablando de varios meses de crianza en madera hay que darle su tiempo para que se oxigene y exprese.
El mejor vino siempre a la último, como broche de oro.

Vinos Dulces: El broche de oro para el postre

Aquí la variable es amplia. Desde los dulces naturales, cosechas tardías, los espumantes dulces, los fortificados o passitos.
A cada postre le va su compañero, desde la crème brûlée con un vino botritizado, o un postre de chocolate con un Cognac, un Armagnac o un Ron. Un baklavá con un Torrontés tardío.
Fijate estudiá tu menú, divertite y tené a mano varias de estas bebidas a la hora de agasajar a tus invitados.

Consideraciones estacionales

En climas cálidos, es recomendable optar por vinos ligeros y frescos. Incluso los tintos más ligeros pueden ser una excelente elección para maridar con platos veraniegos.
De todas formas va en gustos y en qué plato querés resaltar, así podés optar por vinos blancos rosados o tintos estructurados.
Visitar vinotecas especializadas puede ayudarte a encontrar la opción perfecta para cada ocasión.​

Cualquier otra consulta, aquí estamos para ayudarte en este apasionante mundo del vino.

¡Los leemos y muchas gracias por todos los comentarios!