El Mate, ese sentimiento que se bebe

Mate argentino disfrutado frente al mar, parte esencial de la cultura, los viajes y las tradiciones locales.

El mate es una infusión muy especial para millones de personas… y Agustín y yo no somos la excepción. Cada 30 de noviembre celebramos el Día Nacional del Mate, en honor a Andrés Guacurarí Artigas, ex comandante general de la provincia de Misiones entre 1811 y 1821, quien impulsó la producción y distribución de la yerba mate.

Es más que una bebida: es testigo de nuestra cultura, nuestras emociones y nuestros vínculos. Y no es solo argentino; en Uruguay, Brasil y Paraguay también lo disfrutan con pasión.

Un amor que aparece en el momento justo

Tal vez empezaste a tomarlo de grande. Quizás si no sos de Argentina, al principio te parece extraño—muchos creen que tomamos algún tipo de “alucinógeno” o algo raro. Nada más lejos.

El mate es como el té o el café: para entenderlo hay que observarlo, que te lo expliquen… y animarse a probarlo. Al principio puede resultar amargo, pero cuando le agarrás la mano aparece el encanto. Y ahí te das cuenta: acá hay algo especial.
En nuestro país, donde al tango se lo define como “un sentimiento que se baila”, el mate es, sin dudas, “un sentimiento que se bebe”.

Cada persona tiene su historia, aunque hay algo en común: llega, se instala y se queda. Se mete en las mañanas, en las charlas, en las pausas y en la vida cotidiana. Sin pedir permiso, se convierte en compañía.
Para describir el sentimiento de tomar mate sobran las palabras. Es nuestra identidad, lo que nos une. En el país en donde al tango se le dice «un sentimiento que se baila», y nosotros creemos el mate, es un sentimiento que se bebe».

Aunque cada uno tiene su propia historia con el mate, hay algo que se repite: aparece en algún momento y se vuelve parte de la vida cotidiana. Tiene esa magia simple de instalarse en nuestras mañanas, en los trabajos, en las charlas y en cada pausa necesaria. Sin darnos cuenta, se convierte en un compañero constante y en un gesto que nos une.

El mate en nuestra vida

En casa nos acompaña todos los días. Y cuando hemos ido de vacaciones con los hijos de Agustín, ellos también se suman a la ronda matera.

Es una bebida inclusiva, transversal, que hoy está tan presente en el trabajo como nunca antes. Se coló en reuniones, oficinas y aulas. Su presencia suaviza, conecta y acorta distancias entre líderes, equipos y compañeros. En el recreo, en un descanso, en una charla improvisada… siempre aparece.

El ritual que todos respetamos


– Llenar 2/3 del mate con yerba.

– Muchos lo sacuden boca abajo para quitar el polvo.

– El agua no debe hervir: si hierve, quema la yerba (algo difícil de explicar fuera del país).

– Se pone la bombilla y se ceba con suavidad, cuidando un sector.

– Un buen cebador “hace rendir” la yerba y va rotando los sectores cuando se lavan.

Compartir: el corazón del mate

El mate más rico es el que se pasa de mano en mano.
Viene con amigos, familia, mañanas, tardes y viajes. En Lisboa me acompañó mientras trabajaba, y recuerdo la desesperación cuando se nos acababa la yerba—eran otros tiempos, y conseguirla era difícil y carísimo. Cada visitante argentino traía un paquete como si fuera una contraseña secreta.

Me acompañó en Londres, Milán, Rímini, Gotemburgo, Rusia… El mate no tiene fronteras en Israel, por ejemplo, donde muchos inmigrantes vivieron en Argentina adoptaron la costumbre.

No hay nada más lindo que volver de un viaje, llegar a casa y preparar “los mates de bienvenida”.
O los mates de la mañana con tu amor, esos que marcan el inicio del día y dicen sin palabras un te amo, un gracias o un acá estoy.

El cebador: un rol clave


Es la persona que ceba, es decir que sirve el mate. Lo prepara, lo cuida, se preocupa que a todos los integrantes de la ronda, le llegue a tiempo y en condiciones. Está atento o atenta a quien desea seguir tomando o quien ya no.
Es el encargado de convidarte un mate, si recién llegás, es el que «vela» por el mate. Es el que se la banca, porque muchas veces recibe críticas, y aún así sigue firme ahí con su labor.

El famoso “gracias”


Se dice gracias cuando ya no querés tomar más mate, no antes. Es muy común que si están tomando mate y vos llegás, aunque no seas del lugar, te lo ofrezcan. Es que el que toma mate convida (si bien para muchas personas sea antihigiénico). Entonces ¿qué hago digo sí o no? It’s up to you, vos sabrás.


El lenguaje del mate


Aunque hoy casi no se usa, existe un lenguaje según cómo está cebado. A mí me encanta, y confieso que cuando veo un mate espumoso, muy dulce o muy caliente… algo interpreto.

Mate con leche: estima
Mate con café: ofensa perdonada
Mate muy caliente: estoy muriendo de amor por tí.
Mate frío: me sos indiferente
Mate muy dulce: Que esperás para hablar con mis padres.
Mate amargo: llegás tarde estoy comprometida
Mate lavado: a tomar mate a otro lado.
Mate espumoso: te quiero con todas las de la ley
Mate frío: no puedo amarte soy de otro o indiferencia.


Con qué lo acompañamos

El mate casi nunca se toma solo y ahi sí que la lista de las delicias es muy, muy amplia.Desde pastelitos de dulce de membrillo y batata, bizcochitos de grasa, chipa, facturas, tortitas negras, tortas fritas, todo tipo de budines, galletitas de azúcar, medialunas de manteca y de grasa, palmeritas dulces, cuernitos de grasa y los productos siguen.

Receta: Budín húmedo de yerba mate

Foto: Foodit

(Del libro El libro de la Yerba Mate, Ed. Del Nuevo Extremo)
La receta queda impecable; en las vacaciones hice una versión con un saquito de té de manzana y quedó riquísimo.

Ingredientes


– Harina 0000 230 grs.
– Polvo para hornear 7 grs.
– Manteca 80 grs.
– Azúcar 240 grs.
– Huevo 3
– Crema de leche 120 cm3
– Sal un pizca
– Cáscara de limón 1 cucharada
– Yerba Mate 35 grs. en  polvo

Preparación


1- Batí los huevos con la sal y el azúcar hasta que se forme espuma.
2- Aparte, infusioná la crema con la yerba procesada y tamizada (polvo de mate), agregá la manteca fundida y reservá a temperatura ambiente.
3- Incorporá el polvo de hornear y la harina, previamente tamizados a la mezcla de huevos, hacelo en forma envolvente.
4- Incorporá la manteca y la crema que tenías reservada con la ralladura de cáscara de limón.
5- En un molde de budín enmantecado y enharinado, disponé la preparación y llevá a horno precalentado.
6- Cociná por 20 minutos a horno 180°
7- Esta receta la podés ver en el sitio de la sommelier Karla Johan
8-Cuando esté fría desmoldá y cubrí con chocolate blanco.

Hasta acá, un pequeño resumen de lo que significa el mate para nosotros, los argentinos.
Si querés conocer más, en Fans del mate podés encontrar muchísimos datos y curiosidades.

Un saludo muy grande a las dos sommeliers de mate que conocemos a Valeria Trapaga y a Karla Johan. Sus trabajos, amor por el mate y dedicación a difundir nuestra cultura son realmente inspiradores.

Fuentes consultadas:  Sabanes Ricardo – Manual del Mate – 1° Edición. Buenos Aires Emecé editores, 2005.
http://yerbamateargentina.org.ar/

“Generalmente creemos que el amor es algo que te va a dar el otro. Cuando, en realidad, el amor es lo que yo doy, lo que yo comparto. Todos somos energía amorosa y nos damos cuenta de esto cuando la compartimos.” 

                                                                                                                          Laura Esquivel

Ñoquis de papa que me hacen acordar a mi abuela


Esta vez te invitamos a preparar unos deliciosos ñoquis de papa. Son fáciles de hacer, así que olvidate del mito de que requieren mucho esfuerzo.

Hubo un tiempo en que no tenía ganas de cocinar, de a poco fui recuperando ese placer. Mucho tuvo que ver conocer a Agustín. Vos también podés redescubrir el gusto por la cocina.

Los ñoquis me traen recuerdos de mi abuela, de mi infancia y adolescencia. Algunos domingos, me invitaba a pasar porciones de masa por el tenedor para darles forma. Para mí, ese simple gesto era entrar en un mundo mágico y cálido. Cocinaba con tanto esmero y cariño que ese fue uno de sus mayores legados: el amor por la cocina.

En una enorme tabla de madera, ella de un lado y yo del otro, nos dedicábamos con paciencia a esa deliciosa tarea. Había otros familiares en la casa, sin embargo en ese momento solo existíamos mi abuela, yo, la masa, el cuchillo, el tenedor y ese clima de amor por lo que hacíamos.

Hacer ñoquis es muy sencillo.

Ingredientes para los ñoquis

– 1/2 kilo de papas
– 1 taza y 1/2 de harina (mejor que sea 0000)
– 1 huevo
– 4 cucharadas de queso rallado
– 1 cucharada de manteca
– 1 cucharita de nuez moscada
– 1  cucharita de sal
– pimienta a gusto


Ingredientes para la salsa

Nos gusta hacerla nosotros, dale no es difícil. Sino querés comprala hecha
_4 o 5 tomates
– 1 cebolla
– 1 ajo
– 1 cucharada de manteca
– aceite de oliva
– 1 o dos hojas de laurel
– sal y  pimienta a gusto

Para la salsa

Así como los ñoquis me hacen acordar a mi abuela, la salsa a mi papá, porque siempre la preparaba él, como hoy en día lo sigue haciendo.

1- Picá los tomates o trituralos, a tu gusto. Por otro lado en una sarten o cacerola a fuego medio a bajo, poné la manteca junto al aceite de oliva (así no se quema la manteca) y agregá la cebolla finamente picada, el ajo,  y la sal.
2- Una vez salteados, -ojo que el ajo no se queme sino da sabor amargo- incorporá los tomates. Poneles el azúcar y la sal y las hojas de laurel u otro condimento que a vos te guste.
3- Cociná a fuego medio-suave, removiendo de vez en cuando, durante unos 35 a 40 minutos aproximadamente, para que el tomate se vaya concentrando a medida que se va cocinando. Lo mejor es hacerlo sin apuro para que el tomate se cocine mejor, cuanto más lento lo hagas y más tiempo lo mantengas en la sartén, mejor resultado vas a obtener. A mi me gusta ponerle un chorro de vino tinto, fijate, eso sí dejá el alcohol se evapore.
4- Luego reservá y concentrate en la preparación de la masa.

Preparación de la masa

1- Herví las papas con la cáscara, es mejor porque no absorben tanta agua. Para ver cómo están pinchá con un tenedor.

2- Si están tiernas. Retiralas del agua y dejalas entibiar.

3- Cuando estén tibias las pelas con los dedos, vas a ver que la cáscara sale fácil. Colocalas en un bol hacé un puré con el pisa papas, lo más homogéneo que logres.
Añadile la manteca junto con el huevo, el queso rallado, la sal y la nuez moscada (si tenés, sino no te compliques, pimienta).

4- Por último incorporá de a poco la harina hasta formar una masa tierna y que no se pegue en los dedos. Si necesitás más harina, agregá un poco más, pero cuidado no te pases porque sino quedan duros y ahí sí que te vas a acordar de nosotros.

5- Cuando la masa esté lista, tomá porciones y formá rollos con las manos. Cortá con un cuchillo y luego pasalos por un tenedor, siempre espolvoreando con harina para que  no se peguen. A medida que los vas haciendo dejalos en una asadera con harina.

6- Para hervirlos, poné bastante agua en una cacerola y agregá sal. Una vez que rompe el hervor, los echás y cuando suben (fijate que suban varios), los retirás con un colador.

7- Servilos con la salsa que te sugerimos o con la que a vos más te encante.

Disfrutalos y después nos contás

Para maridar podemos sugerir estos vinos:

Graffigna


Centenario Malbec, de la Bodega Graffigna
de la provincia de San Juan. De la zona
más fresca de San Juan, el valle de Pedernal.
Un vino que en nariz frutado y con notas
a vainilla y café.
En boca un vino rico, equilibrado, estuvo
seis meses el 50 % del vino en barrica
de roble francés.


Quara

Otra opción puede ser Finca Quara Merlot
de Finca Quara, así probás vinos del norte del país y
te «salís» del Malbec.
Este vino es del Valle de Cafayate en la provincia de Salta.
Un vino joven y con caracter, van a ir muy bien con los ñoquis.
Temperatura de servicio: de 16 a 18°.




Nos encanta nos visites!

«El placer de los banquetes debe medirse no por la abundancia de los manjares, sino por la reunión de los amigos y por su conversación.»

                                                                          Cicerón

Tomatican, un plato delicioso y sencillo que celebra a la región de Cuyo

Hoy compartimos con vos la receta del Tomatican, un plato típico de la región de Cuyo.
Es ideal si querés comer rico y estás con poco tiempo.


Origen del Tomaticán

Lleva muy pocos ingredientes tomates, cebollas y huevo. Ya en el siglo XVII se lo elaboraba y tuvo que ver con los conquistadores europeos que llegaron a estas tierras. Es muy sabroso y nace de la fusión de la gastronomía francesa y la de los pueblos originarios.
Los Huarpes – los pueblos que habitaron la zona de Cuyo. (que lengua huarpe significa desierto) usaban mucho el tomate, que ellos lo llamaban Tomati, de allí el nombre.
Muchos críticos gastronómicos expresan que tiene una influencia de Francia.

Hay historias que relatan que este plato desde bastante tiempo atrás era típico entre los días de cosechas, dado que los peones saboreaban esta preparación debajo de los árboles y con rodajas de pan. Las migas del pan que ayudaban a comer el guiso caían en el plato. Se dice que por este motivo algunas familias le agregan pan rallado. 

Este plato también es muy característico de nuestro país hermano Chile.
¡Vamos a la preparación!

Ingredientes para dos personas

– 7 tomates maduros
– 2 cebollas blancas
– 1 cebolla de verdeo
– 2 ajos
– Sal
– Pimienta
– 2 huevos
– Pan dos rodajas


Preparación


1- Cortá la cebolla
2- Cortá en cubos pequeños el tomate y reservá.
3- En una sartén con aceite de oliva virgen extra (podés reemplazarlo por aceite neutro: o de maiz o de girasol) y una cucharada de manteca, salteá la cebolla y los dos ajos enteros (luego los retirás)
4- Una vez la cebolla esté dorada, agregá los tomates cortados.
5- Cociná a fuego medio por 15 minutos, condimentá con orégano, sal y pimienta (retirá los ajos).
6- Hacé dos huecos y en cada uno agregale los huevos.
7, Listo, emplatá y decorá con una rodaja de pan y a disfrutar.

Para el maridaje sugerimos un Malbec o un Chenin Blanc

Piedrainfinita3

Zuccardi Piedra Infinita Supercal Malbec
de la Bodega Zuccardi Valle de Uco
Un vino que proviene de una parcela de
Paraje Altamira, catalogado como vino de
suelo. En boca se percibe salino.
Fermentado en piletas de hormigón y con
crianza en barricas de 500 litros.
Los suelos se encuentran a 1100 msnm, en
el extremo sur del Valle de Uco. Su nombre
hace referencia a un suelo aluvial rocoso,
con piedra desde la superficie, cubierta
de gran cantidad de calcáreo.

El Montchenot Chenin Blanc se presenta con
un color amarillo pálido y reflejos verdosos.
En nariz despliega aromas frescos de
manzana verde, cítricos como limón y pomelo,
con leves matices herbáceos y un delicado
fondo floral. En boca es seco, de cuerpo
ligero, con una acidez vibrante y
refrescante. Su paso por boca es franco,
con un final persistente.
Este vino joven conserva toda la expresividad
varietal del Chenin Blanc, resultando ideal para
acompañar platos frescos y ligeros. Su frescura y ligereza
lo hacen perfecto para realzar el Tomaticán.


¡Esperamos te haya gustado la entrada que te animes y prepares la receta!

«Cualquier cosa que la mente del hombre puede concebir y creer, puede ser conseguida.»

                                                                                                                Napoleon Hill

Sabrosa trucha a la sartén con papines, tropezones de hinojo y tomates cherry


Hoy te proponemos una receta que destaca uno de los productos más emblemáticos de la Patagonia: la trucha. Este pescado, criado en los ríos cristalinos de la región, es conocido por su sabor delicado y textura firme, características que lo convierten en una delicia culinaria.
La trucha – como otros pescados azules el atún, salmón o la sardina – son los más convenientes para el organismo.
Poseen Omega 3 (un ácido graso esencial) y además mejoran la piel, la vuelven más luminosa y protege al cuerpo de los radicales libres.

Una receta fácil de trucha a la sartén con tomates cherries, papines e hinojo asado.

Ingredientes para dos personas

– 2 truchas
– 1 hinojo cortado en brunoise
– aceite virgen extra
– manteca dos cucharadas
– papines 150 grs. hervidos
– Tomates cherries 150 grs.

Preparación

– Cortá el hinojo y colocalo en una sartén pequeña y caliente con un poco de manteca y aceite de oliva virgen extra. Cociná hasta que estén tiernos.
– En una olla con agua herví los papines hasta que estén cocidos.
– En otra sartén caliente con aceite de oliva, disponé los filetes de trucha con la piel para abajo. Se hacen pronto, dejalos unos 3 a 4 minutos de un lado y dalos vuelta.
– Agregales sal, pimienta.
– Una vez listos emplatá, con los papines, el hinojo y los tomates cherry.
– Terminá con hilo de aceite de oliva por encima y alguna rama de hinojo o perejil.
– Disfrutá de este plato que además de rico es muy nutritivo.

Sugerencias de maridaje

Salentein Reserva Rosé de la Bodega Salentein.
En Valle de Uco, Mendoza.
Un rosado 100 % de Syrah. De color rosa pálido brillante. En nariz se presenta bien aromático, con notas a frutillas y cerezas. En boca bien frutado y de buena acidez. De final persistente para enfrentar alguna noche de la semana calurosa.

Temperatura de servicio sugerida: por la Bodega Salentein 10 grados.

Escorihuela Gascón Gran Reserva Rosé de la
Bodega Escorihuela Gascón.
De la zona de Luján de Cuyo, Mendoza.
75% Syrah y 25% Sangiovese.
Un rosado que en nariz se presenta con notas a frutillas
y florales.
En boca cuerpo medio y fresco. Final refrescante. 
Temperatura de servicio sugerida entre 6 y 8 grados.


Ricos y nutritivos ñoquis de zanahoria


Cada 29 del mes, en Argentina se celebra un ritual que une costumbre, historia y fe: comer ñoquis en familia, con un billete debajo del plato como símbolo de prosperidad.
Este ritual de comer ñoquis los días 29 trasciende fronteras: no es exclusiva de Argentina, sino que también se vive con fuerza en Uruguay y Paraguay.

El origen de esta tradición se remonta a Italia y a la figura de San Pantaleón, un joven médico cristiano que, un 29 de julio, fue recibido por una familia humilde con un sencillo plato de ñoquis. En agradecimiento, el santo les auguró abundancia y, tras su partida, la familia encontró monedas de oro bajo el plato. Desde entonces, los gnocchi della fortuna pasaron a ser símbolo de buenos augurios.

Con la inmigración italiana, la costumbre viajó hasta el Río de la Plata y se arraigó en la mesa argentina. El ritual del billete bajo el plato, que representa el deseo de prosperidad, se mezcló con otra explicación más terrenal: hacia fin de mes los recursos solían escasear, y los ñoquis —hechos con papa, harina, huevo y un poco de ingenio— eran una comida rendidora, económica y nutritiva.

Así, lo religioso, lo simbólico y lo práctico dieron forma a una tradición que se mantiene viva hasta hoy. El 29 es mucho más que un día en el calendario: es la oportunidad de reunirnos, compartir un plato cargado de historia y renovar la esperanza de que nunca falte alimento en la mesa.

Compartimos la receta de ñoquis de zanahoria.

INGREDIENTES


-2 Zanahorias
-1 taza y 1/4 de harina 0000, puede ser harina integral
-1 huevo
-Sal, pimienta estragón y pimentón dulce.

PREPARACIÓN

1 – Cociná las zanahorias al horno, o al vapor.
2 – Una vez cocidas, procesalas hasta que se forme un puré y mezclá con los otros ingredientes
3 – Llevá a la heladera para que descanse.
4- Si ves que la preparación quedó pegajosa, agregale harina, de modo que puedas formar rollitos, para cortar y hacer los ñoquis. De acuerdo al tamaño de las zanahorias puede que necesites más o menos harina.
5- Dales forma y colocalos en una asadera o plato con papel manteca abajo.
6- En una olla con agua caliente poné a cocinarlos, ni bien suban a la superficie están listos.
7- Disfrutalos con una rica salsa.

Te sugerimos los marides con un vino rosado o un tinto frutado.

Saint Felicien rosado, de la Bodega Catena Zapata
Un corte de 55% Grenache, 30% Syrah y 15% Malbec, que se presenta con un color rosa pálido, delicado y luminoso.

En nariz despliega aromas cítricos, con predominio de pomelo, acompañados de sutiles notas especiadas que aportan complejidad. En boca se muestra fresco, elegante y ligero, con una textura armoniosa que invita a seguir disfrutándolo.

La elaboración estuvo a cargo de Alejandro Vigil junto a Nesti Bajda, quienes logran un rosado equilibrado, moderno y muy expresivo.


Zuccardi Q Cabernet Franc
De la Bodega Familia Zuccardi. De un hermoso color rojo rubí, este Cabernet Franc muestra en nariz una expresividad marcada, con frutas rojas maduras, delicadas notas florales y un toque especiado que aporta complejidad.

En boca se percibe jugoso y equilibrado, con taninos redondos y un final prolongado que invita a seguir disfrutando cada sorbo. Elaborado con uvas provenientes de Altamira y San Pablo, Valle de Uco, su crianza en fudres de roble de 2.500 litros le aporta estructura y elegancia.

Su cuidado y seguimiento es del viticultor Sebastián Zuccardi, quien logra un Cabernet Franc moderno, expresivo y con identidad de terroir.

Esperamos te resulte fácil la receta de los ñoquis y que la hagas. Contanos luego.

¡Muchas gracias por tus lindos comentarios y visitas!

Chupín de surubí: un sabor del Litoral

Foto: Pinterest


El chupín de surubí es uno de los platos más emblemáticos del litoral argentino, especialmente en provincias como Corrientes, Chaco y Misiones, donde las aguas del río Paraná y sus afluentes proveen este pescado de gran relevancia gastronómica y cultural. El surubí, con su carne firme, baja cantidad de espinas y sabor suave pero definido, se ha convertido en protagonista de la cocina regional, apreciado tanto en mesas familiares como en festividades populares.

La palabra chupín tiene raíces en la tradición criolla y hace referencia a un guiso caldoso de pescado acompañado de vegetales y condimentos, reflejando la fusión de influencias europeas —como los guisos españoles e italianos— con la riqueza de productos locales. Este plato es un testimonio vivo de cómo la gastronomía del litoral se nutre de la abundancia del río y de la creatividad de quienes han transmitido sus recetas de generación en generación. En la ribera del Paraná, el chupín se sirve en reuniones familiares, festivales tradicionales y peñas, simbolizando no solo la comida, sino también la identidad cultural, el ritmo de la vida junto al río y la memoria de comunidades que han hecho del Paraná parte de su historia cotidiana.

Receta tradicional de chupín de surubí

Ingredientes (para 4 personas):

  • 1 kg de surubí cortado en postas*
  • 3 cebollas grandes
  • 2 morrones (rojo y verde)
  • 3 tomates maduros o 1 lata de tomates perita
  • 2 papas medianas
  • 2 dientes de ajo
  • 1 hoja de laurel
  • 1 vaso de vino blanco seco
  • Aceite de oliva o girasol, cantidad necesaria
  • Sal, pimienta y ají molido a gusto
  • Perejil fresco para decorar

Preparación:

  1. En una olla profunda, sofreír la cebolla y el ajo picados en aceite.
  2. Incorporar los morrones en tiras y los tomates pelados y picados. Cocinar hasta formar una salsa.
  3. Añadir las papas en rodajas y la hoja de laurel, mezclando bien.
  4. Verter el vino blanco y un poco de agua caliente o caldo de pescado para cubrir parcialmente. Condimentar.
  5. Cuando las papas estén casi cocidas, agregar las postas de surubí. Cocinar a fuego lento unos 10-15 minutos sin remover demasiado para que no se desarmen.
  6. Finalizar con perejil fresco picado. Servir caliente, idealmente acompañado de pan casero.

El resultado es un guiso perfumado, sabroso y nutritivo, donde el pescado se integra con las verduras en un caldo rico y fragante.

*Nota: las postas son los cortes transversales del cuerpo del pescado, generalmente de unos 2 a 3 cm de espesor, que incluyen carne y espina central.


Maridajes sugeridos

El chupín, al ser un guiso de pescado con cuerpo y especias, se beneficia con vinos frescos aunque de cierto volúmen. Dos opciones ideales:

Vulliez-Sermet Chardonnay
De la Bodega Vuillez Sermet se presenta
con un color amarillo pálido con reflejos
verdosos, brillante y atractivo. En nariz
despliega aromas frescos a frutas blancas
como manzana y pera, con notas cítricas
En boca es untuoso y equilibrado,
con una acidez fresca donde persisten sabores
frutales.
Es un vino versátil que marida de manera
excelente con pescados de río, mariscos,
carnes blancas, pastas con salsas suaves
y quesos semiduros, también como aperitivo.


Alonso Sáenz Cintura de Avispa Rosado
De la Bodega Alonso Sáenz
De color rosa tenue, brillante y limpio.
En nariz destacan aromas
a frutas rojas frescas como frutilla y cereza,
acompañados de delicadas notas florales y un
sutil toque cítrico que aporta frescura.
En boca es ligero y refrescante, con una acidez
vibrante que realza la fruta.
Gran opción para acompañar ensaladas, ceviches,
pescados grillados, pastas con vegetales, quesos
suaves y todo tipo de platos de verano, así como
para disfrutar al comienzo de una comida.


Animate a preparar este delicioso chupín de surubí y disfrutar un sabor auténtico del Litoral. ¡Gracias por visitar nuestro blog y acompañarnos en este viaje!

10 poderosos consejos al cocinar con vino

 

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Foto: vinomanos.com

Fiona Beckett es una renombrada periodista del periódico inglés The Guardian y excelente crítica gastronómica de la revista Decanter.
Escribe además en Matching Food & Wine, una guía con interesantísima información sobre regiones vitivinícolas, vinos, otras bebidas, maridajes y entrevistas realmente exquisitas. Sino lees inglés, no importa date igual una vuelta por su página que bien vale el esfuerzo, algo siempre se entiende y además practicás el idioma.
En esta entrada, te compartimos una guía de 10 consejos que ella ha escrito a la hora de cocinar con la bebida de Baco o de Dioniso, el dios que más quieras.

1- El vino que vas a utilizar para cocinar debe ser «tomable», con ésto, Fiona se refiere a que tiene que ser de buena calidad. Por sobre todo el vino tiene que ser fresco, no que esté guardado hace semanas, entre 4 y 5 dìas está bien, más a nuestro entender no.
Recordá el vino es un alimento y como tal pierde propiedades. Obviamente no «corked», es decir no con aroma a «corcho» o lo que es conocido como TCA, tricloroanisol, un defecto que lo trae el corcho o que puede venir de la bodega. Defecto que sucede en el 5 % de los vinos.

2- No utilices el vino que usualmente consumas, nosotros decimos, si vos querès claro que sí, a lo que se refiere Beckett es que puede ser un vino que quizá no sea el que estés acostumabrado a beber. Ella consume Grenache (Garnacha) o Zinfandel. En el mercado argentino encontramos vinos con Garnacha, otra cepa puede ser Bonarda o nuestro famoso y bien querido Malbec. No aconsejamos Cabernet Sauvignon porque es una cepa tánica y podría hacer que la preparación resulte fuerte.

3-  No emplees vinos que sean los más económicos o que pertenezcan a etiquetas de baja calidad. Un término medio va a estar bien, varias veces en la vida hay que tratar de optar por la opción más equilibrada, vos lo sabés mejor que nosotros, querido lector.

4- Por otro lado, no emplees el vino más caro. Fiona lo ve «razonable» si vas a cocinar con muy poco vino, de este modo y para no abrir otra botella, cómo dirían los españoles: «venga».

5- Si cocinás un guiso o estofado, podés echar mano a uno que no sea caro, sin embargo si es para deglasar (procedimiento por el cual se agrega líquido a una preparación, olla o sartén para levantar y recuperar todos los sabores que quedaron sellados) inclusive para no abrir otra botella, puede ser el mismo que vas a beber.

6- Los vinos que mejor se adaptan son los vinos secos, los que no tienen paso por madera, como el Pinot Grigio y los no tan tánicos como el Merlot. Vinos como el Gewürztraminer el Riesling son menos flexibles, aunque pueden resultar deliciosos si querés agregarle a una salsa cremosa. Beckett dice: «sentite libre para experimentar», estamos de acuerdo, we agreed. En blancos, nosotros utilizamos Torrontés o Chardonnay para «levantar» unos mejillones o langostinos (se van a poner contentos)…Agua a la boca.

7- Los vinos fortificados como el Marsala, el Madeira, el Sherry, el Oporto son geniales para cocinar. Una pequeña cantidad añade fuerza a la preparación, complejidad y una dulzura agradable.

8- Reducir vino en una cocción a fuego lento. Según el tipo de vino, se acentuarán la frescura de su acidez, la firmeza de los taninos o el toque de dulzura natural. Es una técnica muy útil cuando se busca sumar complejidad y profundidad a una salsa o guiso.

9- Una carne marinada con vino va a hacerla más tierna, aunque  va a cambiar el sabor y darle unas notas a «carne de caza» si permanece más de dos horas. Fiona sugiere que descartes la marinada, excepto la vayas a usar al cocinar, off course.

10- En recetas que se caracterizan por llevar una buena cantidad de vino, vas a necesitar otros ingredientes como por ejemplo: fondos de cocción, caldos, pasta de tomate concentrada o cremas para balancear. Un fondo de cocción de pollo hecho en casa o de vegetales es lo más, un boom.
Una espectacular idea es colocar en el freezer lo que te quedó de vino en una cubetera, luego ponelos en una bolsa para tenerlos listros y agregarlos a un preparación, una idea super!

Tip: Un buen ejemplo de cómo usar vino en la cocina es un risotto con Torrontés argentino. Este vino blanco, único en el mundo, se caracteriza por sus notas florales (jazmín, azahar) y cítricas que aportan frescura y un perfume inconfundible. Al incorporarlo en la cocción del arroz, el Torrontés potencia la cremosidad natural del risotto, realza los sabores de los vegetales o mariscos, y deja una textura sedosa en boca.

La clave está en agregar el vino al comienzo de la cocción, después de nacarar el arroz con un poco de manteca o aceite de oliva. Se deja reducir para que el alcohol se evapore, quedando solo los aromas y sabores que se integrarán con el caldo. El resultado es un plato elegante, con equilibrio entre la untuosidad del arroz y la frescura del vino.

Nosotros cocinamos con vino. Somos más de incorporar poca cantidad. Nos encanta hacerlo en la salsa fileto, la salsa bolognesa, al arroz, en el risotto, luego de sellarlo agregarle vino blanco.
A mi particularmente me encanta a algún que otro budín (de chica hacía mucho budín Marsala), a cualquier carne que forme parte de un guiso, un poco de vino le va muy bien.
Mi mamá siempre ha hecho un postre con vainillas y un vino fortificado. Ya de chica los sabores que me acompañaron fueron de elaboraciones a base de vino.

Cómo aconseja Fiona, experimentá, y nosotros agregamos, jugá. La cocina tiene mucho de experimentar. Creenos, hay un antes y un después, cuando empezás a cocinarte y a cocinar para tus seres queridos.

Esperamos te hayan servido estos tips y que nos cuentes que es el plato que más te gusta cocinar con vino.

Basado en una nota de Fiona Beckett publicada en The Guardian y en Matching Food & Wine.: http://www.decanter.com/learn/advice/10-things-to-know-about-cooking-with-wine-377369/

Recordá, que lo mejor está por venir en todos los órdenes de tu vida.

¡Muchas gracias!

Riquísimo pastel de papas para arrancar suspiros

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¿A quien no le gusta el pastel de papas? Pastel de papas es sinónimo de ponerle calidez y amor de cocina casera, es una delicia nacional, bien argenta. Es alimento no sólo para el cuerpo sino para el alma.
¿Vemos la receta? Obviamente es una base, vos podés ponerle tu toque.

Ingredientes para el relleno


-Carne picada 750 grs
-2 cebollas
-1 o 2 cebollas de verdeo
– 1/2 morrón o pimiento rojo
– 1 ajo
–  2 cucharadas de pimentón
– Pimienta a gusto
– Comino depende si te gusta. Sino ponele poco
– Aceite de oliva
– 1 taza de vino blanco

Para el puré


– 750 grs. de papas
– 2 cucharadas de manteca
– leche c/n, nosotros ponemos un chorrito
– 2 huevos
– aceite de oliva c/n
– nuez moscada, si tenés o alguna hierba ají molido o estragón

Preparación


1- Cociná las papas con la piel hasta que se puedan atravesar con el cuchillo.
2-Dejalas enfriar, pelalas y  hacé un puré con la manteca, la leche y un poco de sal.
3-Por otro lado, picá la cebolla, la de verdeo, el ajo y el morrón y en una sartén doralos en aceite de oliva. Luego, incorporá la carne picada, salpimentá a gusto, y condimentá con el comino y el ají molido. Agregá también el perejil.
4-Desglasá con vino blanco y dejá evaporar el alcohol hasta que la carne se cocine.
5-Enmantecá el recipiente que más te guste y disponé la carne.
6- Cubrí con el puré de papas y espolvoréa con pan rallado y queso rallado.
7- Colocá el pastel en el horno precalentado y cociná por aproximadamente 25 minutos o hasta que la superficie del puré esté dorada.
8- Serví y decorá con ramita de perejil o romero y también un poco de pimentón. O con lo que quieras, podés crear!
9- ¡A disfrutar! Te va a encantar y todos van a querer más.

Acordate de llevar una dieta variada.
Y definitivamente este pastel si querés podés maridarlo con un Malbec
con cuerpo o con un Cabernet Sauvignon.
Las sugerencias son:

Ruca Malen Capítulo Uno
Cabernet Sauvignon de la Bodega Ruca Malen.

Pasa entre 10 y 12 meses en
piletas de hormigón y tanques de acero inoxidable.
Sin contacto con madera.
Se presenta con un color rojo rubí profundo y reflejos
violáceos, brillante y atractivo. En nariz y boca combina
aromas y sabores de frutos negros maduros como
ciruelas, con sutiles notas de pimiento rojo asado,
pimienta negra y un delicado toque especiado.
Con taninos firmes. Es un vino equilibrado, de buena
acidez y final persistente.

El otro vino puede ser Lindaflor Malbec de
la Bodega Monteviejo.  


Un vino complejo y elegante.
Con microvinificación en barricas de roble francés de 225 lts, se utiliza 5% de racimos enteros durante la fermentación, con la finalidad de acentuar el frescor del vino. Durante este proceso se rotan las barricas y se realiza pigeage en forma manual.
Presenta aromas frutales, teniendo una madera bien integrada y tipicidad propia de los Malbec que recuerdan a ciruelas frescas, y sutiles notas florales.

Esperamos te haya gustado esta entrada, qué tengas un gran día!

¡Muchas gracias por tu dulce y cálida compañía en este hermoso recorrido!

Crème Brûlée: Historia y receta de la clásica crema francesa

Cremebrulee


La crème brûlée, que en francés significa «crema quemada», es un postre emblemático de la gastronomía francesa con raíces que se remontan al siglo XVII. Aunque Francia es la más reconocida por su versión refinada, hay preparaciones similares en otros países: la “Trinity Cream” en Inglaterra y la “Crema Catalana” en España, donde también se caramelizaba la superficie con azúcar. Su característica distintiva es el contraste entre la crema suave y sedosa y la capa crujiente de azúcar caramelizado, lo que la convierte en un clásico irresistible de restaurantes y hogares de todo el mundo.

Ingredientes


– 250  ml  crema de leche o nata
– 250 ml. de leche
– 70 gr de azúcar
– 4 yemas de huevo
– esencia de vainilla

Preparación

1- Calentá sin hervir la leche y la crema de leche.
2- Batí las yemas con el azúcar y agregá la vainilla.
3- A la  leche y la crema, incorporá las yemas ya batidas. Volcá la preparación en recipientes individuales.
4- Cociná en el horno a 120 grados durante media hora a una hora hasta que la crema coagule.
5- Dejá que se enfrié, cubrí los recipientes con papel film, llevalos a la heladera por aproximadamente tres horas.
6- Cuando estés por servir espolvoreá con azúcar y quemá con un soplete o plancha hasta que quede una costra crocante, hasta que el azúcar se convierte en caramelo.

Nuestra sugerencia de maridaje es

Amalaya

Amalaya Blanco Torrontés Dulce natural
85 % y 15 % de Riesling.
Fresco y dulce ideal para este postre.
Amalaya en lengua indígena quiere
decir «esperanza de un milagro».
La Bodega Amalaya se sitúa en los
Valles Calchaquíes, en la localidad
de Cafayate, en la provincia de Salta.

SalenteinLateHarvest

Salentein Single Vineyard Late Harvest de
Sauvignon Blanc  
                                                                               
En nariz con notas a durazno y miel.
En boca untuoso, fresco con buen equilibrio.
De la bodega Salentein, en Valle de Uco.
Con uvas que provienen de viñedos a una
altura de 1235 metros sobre el nivel del mar,
en Tupungato, provincia de Mendoza.

«El Corazón de una madre es un abismo profundo en cuyo fondo siempre encontrarás el perdón».
                                              Honoré de Balzac

Pasta frola para despertar suspiros


Hay sabores que no solo se saborean, sino que también nos transportan a momentos y recuerdos. La pasta frola es uno de esos dulces: un clásico que combina historia, cultura y tradición.

Origen

La pasta frola es un dulce de masa quebrada con relleno, típicamente dulce de membrillo, aunque también puede llevar dulce de batata, membrillo con nuez, dulce de leche o frutas.
Su origen se remonta a Italia, donde se conocen como crostata o torta crostata.
Los inmigrantes italianos llevaron la receta a América del Sur, especialmente a Argentina, Uruguay y Paraguay, donde se popularizó y se adaptó a los gustos locales.

Historia y evolución

En Italia, los pasteleros genoveses crearon la crostata con una masa quebrada llamada pasta frolla, utilizada tanto para platos salados como dulces. Con la llegada de la caña de azúcar, la receta se transformó en dulce, incorporando frutas, mermeladas y crema pastelera, y se caracterizó por sus tiras decorativas.

Al llegar a América, la receta se adaptó a los productos locales: el relleno de membrillo y batata se consolidó como tradicional, dando lugar a la versión que conocemos hoy en día, presente en hogares, panaderías y confiterías de Argentina.

Un dulce que despierta recuerdos

Más allá de su sabor, la pasta frola es un símbolo de fusión cultural y tradición familiar. Cada porción evoca tardes de merienda, charlas compartidas, el placer de lo simple y delicioso.

Hemos hecho esta receta unas cuántas veces y sale exquisita. La versión es de Jimena Monteverde, de su libro «Cualquiera puede cocinar».
A veces el tiempo no alcanza para dedicarnos a la cocina, ¿no te pasa? Sin embargo eso no significa que tengamos que perdernos de disfrutar ricos platos y dulzuras irresistibles.
Por eso, te compartimos esta receta fácil, deliciosa y perfecta para darse un gusto en cualquier momento.

¡Anímate a prepararla! Vas a ver que es bien sencilla y el resultado es puro amor en cada bocado.

Ingredientes


– 150 grs. de manteca
– 250 grs. de harina común
– 150 grs. de harina leudante
– 150 grs. de azúcar
– 1 cda. de ralladura de limón
– 1 cda. de esencia de vainilla
– 1 huevo
– 1 yema
– 8 cucharadas de leche
– 1/2 kilo de membrillo o batata (sabemos que en España no se consigue). Que sea
membrillo entonces!
– 8 cucharadas de agua

Preparación


Para la masa
1-Batí en un bol la manteca bien blanda con el azúcar, hasta formar una crema
2- Luego incorporá la esencia de vainilla, la ralladura de limón, la yema y el huevo e integrá bien todos los elementos.
3- Agregá las dos harinas y las cucharadas de leche.
4- Con la ayuda de una espátula o con la mano, formá la masa.
5- Una vez lista reservá en la heladera.

Para el relleno


1-Calentá el membrillo en el mircrondas o en una cacerola, junto con el agua hasta que se derrita (a fuego bajo que no se te queme).
2- En una mesa espolvoreada con harina estirá la masa del tamaño de la tartera (no te olvides de los bordes).
3- Enrollá con el palo la masa y desenrollala sobre la tartera, presiona con los dedos la masa. Si se te rompe, unila, no te hagas problema.
4- Reservá masa para las tiras.
5- Enseguida volcá el membrillo sobre la masa y con una cuchara esparcí, el dulce.
6- Finalmente estirá el bollo de masa que guardaste y cortá tiras sw un centímetro de ancho, ponelas sobre el membrillo, dejando 2 o 3 centímetros entre cada una. Repetí la operación, aunque en sentido contrario, formando el enrejado típico.
7- Una vez que finalizaste con las tiras podés pincelarlas con huevo batido.
8- Llevá a horno moderado por 30 o 40 minutos.
9- Disfrutala, no te van a quedar ni las migas!

«Las personas a quienes les gusta comer siempre son las mejores.»
                                                                                                  Julia Child

¡Muchas gracias por compartir nuestras entradas!