La atractiva ruta del vino de Catamarca

TinogastaViñedos


Catamarca es una de las fascinantes provincias del Noroeste argentino.
La cordillera de los Andes la abraza desde el oeste. Hermosos viñedos – a unos 300 kilómetros de la ciudad de San Fernando del Valle de Catamarca.- descansan entre sierras, yacimientos arqueológicos y limitando con la ruta del adobe.

Catamarcavinos

Santa María y el Valle de Abaucán
La localidad de Santa María pertenece al valle Calchaquí y es una de las zonas donde hay muy buenos vinos de altura de las cepas Barbera, Bonarda, Malbec, Syrah y Tannat.
Esta localidad limita con la provincia de Tucumán.
Los establecimientos están muy cerca de la ruta Nacional N° 40 que luego empalma con la ruta N° 60 y llega al otro valle. al de Abaucán donde están Tinogasta y Fiambalá otros centros vitivinícolas.

Este último valle está próximo a la Cordillera de los Andes a una altura de 1200 a 1750 metros sobre el nivel del mar. Con un marco de montañas imponentes que reciben el nombre de Seismiles, son picos que pertenecen a los más altos de América y que ostentan una altura de seis mil metros, de allí su nombre.

Ruta del Adobe
Entre las localidades de Tinogasta y Fiambalá entre viñas y pueblos blancos se destacan iglesias y construcciones construidas de adobe. Algunos son monumentos históricos nacionales.
El adobe es una mezcla de barro, estiercol y paja. Esta mezcla es amasada y secada al sol y se da forma de ladrillos. Varias construcciones del norte argentino emplean este elemento.

Características del terruño
Los suelos en la provincia son arenosos y profundos (de modo tal que las raíces pueden ir más lejos para extraer las reservas de agua) y en algunos casos con cantos rodados. Tinogasta cuenta con un terroir excepcional tanto para las vides como para los olivos.
En los departamentos de Pomán y Belén también se cultiva la vid.
En general los suelos tienen un excelente drenaje, factor muy positivo para el crecimiento de las plantas.

Bodega Santa María de la Vid
En la localidad del mismo nombre.
La bodega tiene un cartel que dice Bodega Prelatura el nombre refiere al obispado de Cafayate, en la provincia de Salta.
Las primeras viñas fueron traídas por los padres Agustinos.
La bodega se ubica a 3 kilómetros de Santa María que pertenece a los Valles Calchaquíes.
Elaboran el vino Prelatura con uva Barbera y producen 70.000 botellas al año.
Producen vinos de uva Torrontés, Malbec, Barbera, Cabernet Sauvignon y Syrah.
Ubicación: Ruta Nacional N° 40, La Soledad a 3 km. de la ciudad de Santa María
Contacto: (03838) 420925.

Bodega Hualfín
Esta bodega se creo con apoyo y acuerdo del municipio con la minera La Alumbrera.
La localidad de Hualfín es considerada el portal sur del Valle Calchaquí.
Los productores del lugar se cooperativizaron. De este modo, la bodega le compra a los productores de la zona. Jorge Gómez es el encargado de la bodega.
Cuenta con muy buena tecnología y con gran valor enológico.
Posee tanques con capacidad entre 3.000 a 30.000 litros y barricas de 225 litros.
Desde el 99 al 2000 se llevó a cabo un reemplazo de uva Malbec a la Torrontés.
Los viñedos se encuentran a 1.800 metros sobre el nivel del mar y el área goza de una amplitud térmica entre 32 y 15 grados lo que ayuda a una excelente madurez del fruto. Contacto: 0383 480-4568.

Bodega Alta Esperanza
Este establecimiento se encuentra sobre la ex ruta N° 40.
La familia Longo es quien lidera esta bodega y a principios del siglo XIX elaboraba vinos de modo artesanal.
Don Vittorio Longo se vino della Italia a Catamarca, compró en Tinogasta una finca de 40 hectáreas. Juan Longo nieto de don Vittorio, siguió los pasos de su abuelo y de su padre. Estudió Enología en la Universidad de Don Bosco en la provincia de Mendoza.
Luego instaló su propia bodega con el apoyo de su mujer Graciela Sesto y que es la actual presidente de la institución. Ambos lograron una bodega que utiliza productos orgánicos y en donde los viñedos están entre 1.500 a 1.920 metros sobre el nivel del mar y a 200 kilómetros de la Cordillera de los Andes.
En verano la temperatura sube a los 38 grados y en invierno desciende por debajo de los 0 grado. Estas diferencias de temperatura, además de las pocas precipitaciones de 250 milímetros anuales hacen a una excelente calidad y sanidad de los vinos.
La bodega posee una estructura de ladrillos, de piedra común y de piedra volcánica. Cuenta con muy buena tecnología y sus viñedos son de espaldero y regados con micro goteo. Hay hectáreas cultivadas de Malbec, Cabernet Sauvignon y Syrah.
Ubicación: Calle: 25 de Mayo Sur s/n – Contacto: info@altaesperanza.com

Altos de Tinogasta
Un emprendimiento único que además de viñedos tiene olivares a 12 kilómetros de Tinogasta.
Este lugar ofrece la posibilidad que el propietario reciba una renta y además se vuelve dueño de su propio vino y aceite de oliva.
El proyecto está liderado por Roberto Cipresso un winemaker italiano que tiene viñedos en Mendoza.
Los viñedos se hallan entre 1.300 y 1.700 metros sobre el nivel del mar.
Mucho frío durante la noche y mucho calor durante el día.
María Diaz es su joven enóloga.  Se elaboran vinos de Chardonnay y Torrontés y en tintos Malbec y Cabernet Sauvignon.
Una sala de tanques de acero inoxidable de 220.000 litros.
Realizan dos línea de vinos con el nombre de Seismiles y Venerable.
Diego Torrea es el gerente comercial de este emprendimiento. Este es un lugar especial en donde llevar a cabo el sueño del vino propio.
Ubicación: Ruta 60 km 1331 camino a la Aguadita.

Don Diego
La Bodega se halla en la entrada al pueblo de Fiambalá en la ruta N° 60.
Empezó con capitales locales y hoy en día pertenece a dos hermanos vascos.
Elaboran varietales de Malbec, Syrah y Cabernet Sauvignon.
El nombre de la bodega tiene que ver con Don Diego Centurión y con Don Diego Carrizo de Frites quien trae las primeras uvas en 1702.
En el 2004 esta bodega logró la certificación Orgánica a través de la OIA Organización Internacional Agropecuaria de todos los viñedos.
El edificio esta construido todo de adobe y cuenta con una cava subterránea para 100 barricas y 150.000 botellas.
Ubicación: Avenida las Américas s/n – Contacto:  03837 499277

Cabernet de los Andes
En el 2002 comenzó a funcionar esta bodega con Carlos Arizu que es el propietario de esta bodega y con Pedro Vicien su socio que ya no está. Arizu hace más de catorce años que vive en Fiambalá.
La bodega produce vinos orgánicos y biodinámicos y sus viñedos están a una altura de 1790 metros sobre el nivel del mar.
Realizan un vino con el nombre de Plenilunio que es el que se cosecha a la luz de la luna.

Bodega Cuello
En la finca Istataco es donde se introducen las variedades francesas. Un emprendimiento familiar que elabora varietales de Malbec Cabernet Sauvignon y Merlot.
Cesar Cuello es ingeniero y fue entre otros productores quien encabezó un cambio en la zona.
Una bodega familiar que ha cambiado la elaboración del vino en cantidad por el vino de calidad. Cuello destaca la ayuda y el asesoramiento que recibió de personas de la provincia de Mendoza y de San Juan para la reconversión de los viñedos.
Ubicación: Copiapó 566 – Te: 03837 420367.

Bodega Saleme
En un almacén conocido como «La Casa de la Tía» se encuentra esta tradicional bodega que lleva el apellido de la familia.  Es una de la más antigua de Tinogasta.
Los Saleme partieron del Líbano para afincarse en tierras catamarqueñas. Desde el 1929 están en la zona con esta bodega que tiene 60 hectáreas.
Contacto: (03837) 420026.

Bodega Michango
Todo comenzó con Augusto Andreatta que llegó a la Argentina de Italia y en 1920 comienza a producir vinos. En 1927 crea la bodega en Sijan en el departamento de Pomán convirtiéndose en una de las primeras de Catamarca.
Un bellísimo negocio familiar. Tuvieron períodos difíciles, el último fue con el alud del 2014 .
Sin embargo, se levantaron y hoy son la quinta generación dos hermanos trabajando y haciendo foco en los vinos, en destilados como un aguardiente de uva Moscatel y en los espumantes.
Una bodega cerca a cumplir cien años. Allí elaboran en blancos Torrontes dulce y un  Malbec, Bonarda, un blend de Malbec, Cabernet Sauvignon y Syrah.
Ubicación: Av. Presidente Castillo 4181 – bien cerca de la ciudad de Catamarca. Contacto: 0383 154699953 / 154643853 – oandreatta@bodegamichango.com.ar

Fuentes consultadas: https://www.lanacion.com.ar/turismo/la-ruta-del-vino-de-catamarca-nid1964593
https://sites.google.com/site/cuelloroca/Home/bodega

Esperamos te haya gustada la nota y que pronto, cuando pase todo ésto puedas visitar tan preciosa provincia.

Catamarca es bellísima, tiene paisajes con muchísimos colores en donde sus montañas y sus valles son protagonistas. Su gente es cálida y muy hospitalaria. El terruño se expresa a través de la diversidad de sus tonalidades y sabores haciéndose presentes con mucha personalidad.

¡Muchas gracias por tus visitas y tus comentarios!

«Recuerda siempre que eres más grande que tus circunstancias, eres más que cualquier cosa que te pueda ocurrir.»
                                                                                             Anthony Robbins

El poncho, esa prenda entrañable

Ponchos

Un capítulo aparte merece el poncho. Esa prenda de abrigo, tan especial que tiene una forma rectangular o cuadrada. Es abierto para pasar la cabeza, cuelga de los hombros y llega hasta debajo de la cintura. En general están hechos de lana de oveja, vicuña, alpaca u otro tejido.
Su origen es Perú, aquí en Argentina se ha utilizado y se sigue usando.

“Nuestros paisanos los indios”, (un libro del antropólogo Carlos Martínez Sarasola, te lo recomendamos) los pueblos originarios lo difundieron.
Las tropas del general San Martín también se resguardaron en ellos y fue una de las «pilchas» claves para los gauchos.

Les servía de abrigo, pieza fundamental en su vestir, de frazada, mantel y como un “semi escudo”.
Cuando debían defenderse, ellos se lo enroscaban en una mano, en donde tenía un cuchillo y así se protegían.
En variadas ocasiones se volvía bandera de victoria. Su origen es compartido por los pueblos originarios de Sudamérica.
Hay tantos ponchos, cómo regiones y artesanos.

El Perú fue su matriz y de ahí fue viajando por toda la zona andina.
Poncho famoso fue el del General Manuel Belgrano, en la batalla de Salta, en la cual, se dice  tomó el poncho celeste y blanco del coronel Superí y lo revoleó jubiloso al aire.

¿Y si buscás en tu vida el motivo por el cual podés revolear el poncho? ¡Seguro tenés varios!
Momentos de victoria, de triunfos, logros, aunque sean pequeños, valoralos.
Siempre, querido lector/a tratá de buscar esos instantes que te hacen erizar la piel que te colmand de alegría, bienestar y que te hinchan el corazón. ¡Vamos!

La gente de Belén en la provincia de Catamarca, en el Norte argentino, a 285 kilómetros de la ciudad de Catamarca, es maestra a la hora del entrelazar hilos.
No sólo esta gente sino también los de la provincia de Jujuy, Salta, Mendoza, San Juan.

Tal es así que Belén es considerada la cuna del Poncho. Posee una Asociación de Hilanderas y Tejedoras de Vicuñas y  las  «Arañitas Hilanderas».
Las urdimbres son famosas porque es la base donde el poncho toma forma.
Es un pueblo con tradiciones ancestrales. Es mágico ver cómo estos «hacedores de ponchos» trabajan las diferentes lanas para crear un cálido y colorido poncho. El teñido es a base de fibras naturales como la yerba mate, la remolacha o la cáscara de nuez.
Muchas casas en esta localidad tengan telares en sus jardines o en sus

Poncho
Poncho catamarqueño

fondos. Al pasar por ellas, se escucha el sonido acompasado que  hacen las palas de los telares. Ver a los tejedores es entrar en un  mundo especial. Esa labor necesita mucha concentración y tiempo.  Cómo todo lo bueno de esta vida que lleva su tiempo.

El característico poncho de Belén lleva la guarda lisa, blanca, que en general se extraía del lomo de la vicuña, camélido que hoy en día está protegido por estar en peligro de extinción.

Remontándonos a los inicios de este abrigo, eran rústicos, no eran tan artísticos o con tanto diseño, servían para paliar el clima. Lo importante, lo esencial era que cubriera, que abrigara.
Con la llegada del español comienza a volverse más complejo, los diseños se vuelven con más líneas.
Los españoles optan por el poncho, porque este los resguardaba más.
Tuvo preponderancia en los indígenas del Virreinato del Alto Perú, un siglo después, Juan Manuel de Rosas le dio el puntapié inicial para que entrara en la la sociedad criolla.
Desde luego el poncho vistió a todo aquel que luchó en las guerras por la independencia.

poncho celeste viarural
Imagen: viarural.com

Los ponchos son como nuestra geografía argentina muy diversos, van tomando otras tonalidades, colores, formas, conforme la región.
Los telares también cambian. En el norte, en la zona andina son verticales, en la puna usan el telar horizontal.
Hay mucho más para hablar del poncho. Quisimos no sólo rescatar una prenda tan ancestral y abrigada sino además tan autóctona, diferente e idiosincrática.

La Fiesta Nacional del Poncho se da en la capital de la provincia de Catamarca, celebración que pone en valor todo el quehacer de  aquellos que tejen y que tienen paciencia infinita. La creación de un poncho lleva un mes, requiere horas y horas, esmero y mucha dedicación.
Queremos compartir con vos y resaltar lo que para nosotros es el verdadero sentido del poncho: el de abrigar, cobijar, de brindar calidez.

Que este mes del amigo sobre todo y siempre, tengas una persona o lugar que te sean de abrigo, de refugio. No te olvides que podés buscar aquel ser que te “abrigue”, eleve, ilumine y que haga volar tu imaginación.
Por el contrario, alejate de aquel individuo que no tiene buena vibra, que te opaca y que no te inspira. Así como nos abrigamos el cuerpo, debemos protegernos el alma.

¡Qué tengas un día soleado, un día encantador y cálido cómo los ponchos argentinos!

Fuente: http://elfederal.com.ar/nota/revista/25203/asi-se-hace-un-poncho