A vos, que trabajás desde los 15 años, que empezaste vendiendo diarios y ahora estás reinventando tu profesión, al oficinista, al mutualista como mi papá (que creíamos que no se jubilaba más) a vos peluquero o peluquera, a las maestras y profesores, a los abogados, a los sommeliers, chef y a los pasteleros.
A los tantos trabajadores que le ponen garra a cada día, a quien emprende, al comerciante, guía de turismo, hotelero/a, agente de viajes, transportista, viñatero, enólogo/a, bodeguero, escritor y periodista.
A los relacionistas públicos y a organizadores de eventos, a conferenciantes, coachs.
A los trabajadores de la Salud, médicos, enfermeros, las acompañantes terapeutas y cuidadoras, a los kinesiólogos (principalmente a Néstor) que producto del trabajo, esfuerzo y constancia le devolvieron la flexibilidad y fuerza a las piernas de mi mamá. A ella, que trabajó como ama de casa por tantos años, con lo que implica llevar adelante, conducir la organización y la gastronomía en un hogar.
A los que ya no están y sin embargo sentaron tantas bases del trabajo digno, del trabajo que ennoblece.

A quienes defienden un trabajo íntegro, a quienes no cambian sus ideales, ni claudican ante jefes o CEOS autoritarios.
Al trabajador que siempre tiene una sonrisa, a pesar de las pálidas.

A vos que brindás lo mejor día a día, desde este hermoso lugar que es Vinos y Pasiones queremos desearte que pases un día del trabajador encantador, rodeado de los que te ofrecen la mejor versión de ellos mismos y claro te invitan a mostrar la tuya.

¡Un placer que seas nuestro compañero de ruta!
¡Muchas gracias, por estar, por no aflojar!